El bocadillo: La clave para un armario completo para hombre
- anagomezespinosa
- 19 oct 2014
- 5 Min. de lectura
Hace poco estuve visitando una región increíble de mi país que no conocía. Estuve en la frontera entre Boyacá y Santander, en Moniquirá: La ciudad dulce de Colombia. Sinceramente, para mí Boyacá no tenía tierra caliente, pero las casualidades de la vida, o la voluntad de algún conquistador, quiso regalarle algunos grados centígrados a este departamento en cuya capital se encuentra “La esquina de la pulmonía”. Aparte de ser un pueblo muy acogedor es el paraíso del manjar colombiano por excelencia, ese que le piden a uno cuando viaja el exterior y que se acompaña con un buen pedazo de queso doble crema – precaución: si está leyendo en voz alta no lea este aparte, mejor haga cara de asco y despreocúpese pues su gusto por el queso con bocadillo queda entre usted y yo. Eso me acordó que, primero, me comprometí a hacer un artículo para mis lectores hombres y, segundo, juro por Dios que me acordó de un tema muy importante, especialmente para hacer la transición entre el look universitario y el look profesional que preocupa a muchos de mis contemporáneos: Como carajos armar un buen armario.
Para los hombres, el secreto para tener un buen armario que sirva de lunes a viernes, incluyendo el casual Friday, es incluir el bocadillo. Más adelante entiende, fresco.
Empecemos por el fondo del armario de un alto ejecutivo en construcción: Un buen armario tiene tres vestido, recomiendo dos azules y uno gris oscuro – incluso si quiere meterle más opciones incluya uno café oscuro. El azul es un color muy profesional que además es muy versátil, elija diferentes texturas en los paños y en el corte del vestido para que tenga más opciones. No es buena idea un traje negro, pues éste color debe preferirse para ámbitos sociales, ya que es un color fuerte que genera sensaciones de superioridad y jerarquía en los otros en el ámbito laboral.
Otra cosa para tener en cuenta en materia de vestidos. Existen tres tipos de cortes en los vestidos: El europeo, el inglés y el americano. Puede identificarlo porque el primero tiene una silueta más ajustada al cuerpo y no tiene aberturas en la parte de atrás, el inglés es más suelto y tiene una abertura atrás en el centro y el último es el más holgado de todos – si quiere botar el docu-dato entre sus compañeros y hacerme publicidad, para acordarse piense que los gringos necesitan trajes más grandes por ser más corpulentos – y tiene dos aberturas a cada lado de la espalda inferior. Con esto en mente elija la silueta que más le favorezca pero sobre todo con el que más se sienta cómodo. Si siente que le falta retaguardia elija el de las dos aberturas, eso da volumen en donde lo necesita; si por el contrario le sobra, elija el de una sola abertura. Recuerde que siempre debe medirse el vestido cerrándolo; si cierra con dificultad y se tiempla el(los) botón(es) esa no es su talla. Use la técnica de abrazarse para sentir como le queda en la espalda, si no puede abrazarse con comodidad, pida una talla más. Último tip para los vestidos: Los vestidos tienen uno, dos o tres botones. Siempre, eso dice la etiqueta, deben estar cerrados todos los botones menos el último. Por ejemplo, si su vestido es de tres botones, apunte los dos primeros y deje el último sin apuntar. Esto es para que cuando se siente no se le arrugue el vestido y se le hagan rombos poco favorecedores.
Ahora, con cuatro camisas está bien para empezar. Es indispensable una blanca lisa y tres de colores (sugiero azul claro, una con textura – rayitas, cuadritos, estampados SUTILES – y una rosada). Con las camisas, elija modelos que no sean de mancorna o si prefiere pídalas de mancornas pero no olvide comprarlas, obvio. Respecto a los colores de las camisas, tenga en cuenta que siempre es preferible que el color de la camisa no supere el del vestido. En lo personal, las camisas de colores sólidos como rojas, negras, etc. no se ven muy elegantes. Pero bueno, si le gusta, hágale. También, acuérdese que nos falta combinar la corbata.
En cuanto a las corbatas, aquí es donde se le puede meter interés a la cosa. Elija las corbatas que más le llamen la atención. Si es un tipo tradicional, elija estampados y colores discretos pero recuerde que ya su vestido es oscuro como para elegir más colores apagados en la corbata. Acuérdese que con la corbata es que hay que ser medio imprudente. Para empezar, con cuatro corbatas está bien. Tenga en cuenta que si va a pasarse de imprudente con la corbata, es mejor usar la camisa blanca lisa básica de la que ya hablamos para lograr una mejor combinación de color y lucir más su imprudencia. Aquí es importante tener en cuenta el ancho de la corbata, si usted tiene la fortuna de ser de contextura delgada, prefiera las corbatas también delgadas; si es más bien trozudito, evítelas. Si quiere ir a la fija un ancho de 7 centímetros no tiene pierde.
Hasta aquí, vamos con lo básico para el lunes, martes, miércoles y jueves de un ejecutivo en construcción; pero como ya es tradicional el último día de la semana no es un día normal pues las empresas han optado por entrar en mood de viernes y relajar el código de vestido con el ya muy famoso casual friday. Además, si usted trabaja en un campo laboral menos formal y usted es más bien todo un ingeniero, estos son los básicos para tener en su closet. El jean y los pantalones de dril son una excelente opción. Usted ya fijo tiene por ahí cuatro jeans heredados de los tiempos universitarios entonces mejor invertir en pantalones de dril. Están muy de moda los colores brillantes en los pantalones de hombre, tal vez por el boom del golf – si compra uno ya tiene al menos los inicios de la pinta si decide aprender a jugar éste deporte -, por lo que puede ser una opción interesante para el viernes, siempre y cuando mantenga los demás colores apagados. Clave un pantalón beige y/o uno café. Mis favoritos son el color vino tinto, el mostaza y el verde pino – oscuro – para los driles de los hombres. Cómprese unos sacos básicos cuello en V o de botones y dos camisas sport – aquí puede meterle cuadros y otros estampados.
Recapitulando vamos en tres vestidos, cuatro camisas, cuatro corbatas, unos jeans, unos pantalones de dril, dos sacos, dos camisetas sport. Nos faltan tres pares de zapatos – incluyendo los de vestido, de preferencia negros y cafés, y unos para las pintas sport (mocasines o botas cortas de amarrar se ven increíbles).
No olvide las medias – acuérdese de que sean largas y del color de su pantalón-, cómprese al menos 5 pares. Ya como plus, consígase un blazer más informal, recíclelo de los tiempos universitarios. Se ve demasiado interesante, en mi concepto, el trench coat azul o beige – son esos gabanes un poco más largos de lo normal, tipo impermeable, de botones de cruzar y solapa ancha.
Ya para terminar, el postre. Opte por el bocadillo: Combine el saco de sus vestidos con pantalones de dril, sacos y camisas informales los viernes de casual friday. Póngase el pantalón del vestido con su blazer universitario y unos buenos mocasines. Eso es el bocadillo – yo también me he preguntado por qué le dicen así a estas combinaciones en el mundo de la moda criolla, fresco.
Imprudentemente,
Ana.
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